El clarinetista, George Lewis (1900-1968) fue el típico jazzman de New Orleáns, autodidacta, incapaz de leer música y sin embargo supo desarrollar su propio estilo, un modo de tocar absolutamente personal que solo la escuela del segregacionismo y de la miseria pudieron darle.
Debutó profesionalmente muy joven en New Orleáns; fue miembro de la "Black Eagle Band" y tocó después con Leonard Parker, Chris Kelly, Kid Rena y con la orquesta de Buddy Petit. A diferencia de muchos otros músicos, George Lewis, jamás se desplazo de lugar en busca de fortuna pero si consiguió formar su propia orquesta con el trompetista, Henry "Red" Allen. Durante los años treinta su popularidad decayó, por lo que abandonó la escena musical y empezó a trabajar como descargador de muelle en su ciudad natal.
En 1942, fue redescubierto por Gene Williams y se convirtió en uno de los principales exponentes de la New Orleáns Renaissance, fenómeno que revolucionó el mundo del jazz en los años cuarenta. Ese mismo año, Lewis fue contratado en el grupo de Bunk Johnson, el célebre trompetista de New Orleáns, también "repescado" en aquella época. En 1943, formó la "George Lewis New Orleáns Stompers", formada por el trompetista, Avery Hodward, el trombonista, Jim Robinson, el banjoista, Lawrence Marrero, el contrabajista, Chester Zardis y el baterista, Edgar Mosley. Con esa formación grabó para la American Music y también con otra formación de Bunk Johnson denominada, "Bunk Johnson and Street Paraders".
En 1957, después de algunos años invernando en New Orleáns, viajó a Inglaterra para tocar con la orquesta de Ken Colyer, posteriormente en 1959 realizó una gira por Europa y Japón, donde obtuvo enorme éxito. De vuelta a New Orleáns, siguió tocando y actuando, sobre todo en el "Preservation Hall" con la orquesta de Deedee Pierce hasta que le sobrevino la muerte en 1968.