La historia del saxofonista tenor, Tina Brooks podía ser más alegre si no fuera por esa afición, compartida con muchos músicos de jazz, a no saber medir bien lo que uno se mete en el cuerpo. Trabajó con el vibrafonista, Lionel Hampton antes de ganarse la vida como free lance y grabó doce sesiones para Blue Note, el sello que confió en él y que daba cobijo a aquella extensa fauna de músicos jóvenes, atrevidos y competitivos que sacaron el jazz del ostracismo en el que estaba a consecuencia de las modas juveniles de los sesenta.
Con Blue Note grabó cuatro discos publicados a su nombre, siendo todos ellos de un nivel alto en cuanto a calidad. El primero de ellos se grabó en 1958 y se tituló: "Minor Move" un extraordinario debut que contó con la colaboración del pianista Sonny Clark, otro joven músico descubierto por los productores del sello azul, el maestro de la trompeta, Lee Morgan, extraordinaria su participación, el bajista Doug Watkins y en la batería, nada mas y nada menos que el maestro, Art Blakey, toda una garantía. El éxito estaba asegurado y Blue Note no dejó escapar a este talentoso saxofonista tenor. El segundo disco, y el mejor de los cuatro, se grabó dos años mas tarde, en 1960 y se tituló, "True Blue" y fue en su época uno de los discos emblemáticos del movimiento funk. El mismo año se grabó "Back to the tracks", su tercera aparición como líder, mientras Tina formaba parte del elenco que representaba en uno de los teatros de Broadway "The conexión", la obra de Jack Gelber.
Fue precisamente allí donde conoció al pianista Freddie Redd, otro de los protagonistas estelares del sello Blue Note. Redd había trabajado con Cootie Williams, Art Blakey y Charlie Mingus antes de todo aquello, pero fue su actuación en "The connection" lo que hizo que la gente se fijara realmente en él. "Shades of Redd" es su segunda grabación para el sello y cuenta, curiosamente, con Tina Brooks en el saxo tenor.
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