Natural de Georgia, Ida Cox, también hizo el obligado aprendizaje en los circuitos de mainstrel y vodevil propios de las cantantes de blues del siglo XIX. Su voz era menos potente que las dos grandes del blues, Ma Rainey o Bessie Smith, pero sabia cargar de intención las letras de los blues, en su mayoría compuestos por ella. Su primer gran éxito fue el tema "Any Woman Blues" en 1922 junto a Lovie Austin y en aquellas fechas grabó abundantemente para la casa Paramount con el grupo de músicos de la plantilla y especialmente con Tommy Ladnier y con su marido el pianista y organista, Jesse Crump.
La gran depresión del 29 también le afectó y no fue hasta diez años mas tarde, cuando actuando irregularmente en el Café Society de New York, en 1939, John Hammond la sacó a la luz para grabar en el Carnegie Hall junto al gran James P. Johnson, Buck Clayton, Lester Young, Freddie Green, Walter Page y Jo Jones, en un concierto grabado en disco titulado: "From Spiritual To Swing" y reeditado recientemente en un doble CD para Vanguard. Durante los años cuarenta continuo sus grabaciones con la elite del jazz y mostrando sus habilidades. Enferma del corazón se retiro a vivir a Knoxville en Tennessee y sólo reapareció en los estudios en 1961 para grabar junto al quinteto de Coleman Hawkins, un magnifico disco para Riverside titulado "Blues for Rampart Street" reelaborando algunos de sus mas inolvidables blues como el titulado: "Wild Woman Don't Have the Blues". Fue su ultima sesión hasta su muerte ocurrida seis años mas tarde.
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